El quadern gris: un taller d’escriptura - El cuaderno gris, un taller de escritura
Josep Pla revisó el manuscrito de El quadern gris durante toda su vida. Estos breves fragmentos de El quadern gris ilustran las tres fases de elaboración del texto que hoy se conoce, o sea, el manuscrito primigenio, el manuscrito original del libro y la versión publicada en forma de libro.
Las correcciones obsesivas del manuscrito primigenio indican la decisión del autor de aprovechar cada fragmento o su idea principal para la versión definitiva, y las fechas en el margen superior demuestran la ficcionalización a que Josep Pla somete el diario, siempre pendiente de seguir el calendario de los años 1918 y 1919 para poder redactar el libro.
Comparando los textos, se puede ver que hay una verdadera evolución estilística que comporta, entre otras, supresiones de referencias a su vida íntima, ampliaciones en las descripciones y, sobre todo, literaturizaciones de ideas que en el manuscrito primigenio aparecen solamente como simples esquemas. Se puede comprobar como normalmente mantiene las imágenes iniciales, pero el trabajo lingüístico le permite construir mejor la frase, organizarla en función de su significado y convertir los adjetivos en esas series características de la prosa descriptiva de Pla.
“Es objetivamente desagradable no sentir ninguna ilusión –ni la ilusión de las mujeres, ni la del dinero, ni la de llegar a ser alguna cosa en la vida-, nada más sentir esta secreta y diabólica manía de escribir (con tan poco resultado), a la cual sacrifico todo, a la cual sacrificaré todo en la vida. Me pregunto: ¿qué es preferible: un pasar mediocre, alegre y conformado o una obsesión como ésta, apasionada, tensa, obsesionante?”
Josep Pla. El cuaderno gris. Barcelona: Ed. Destino, 2011, p. 411.
El quadern gris, primer tomo de la Obra Completa
El quadern gris, primer tomo de la Obra Completa de la Editorial Destino, es una de las obras imprescindibles de la literatura catalana del siglo XX. El escritor presentó siempre la obra como si fuera su verdadero diario de juventud, como si realmente lo hubiese escrito todo en los años 1918-1919 y lo hubiera publicado por primera vez el año 1966. El tema central es la angustiosa llegada de un joven escritor al mundo de los adultos y su lenta adquisición de conciencia del oficio de escritor.
El libro empieza con una presentación muy clara de la situación en que se encuentra el protagonista: el 8 de marzo de 1918, la fecha de su veintiún aniversario, se encuentra en Palafrugell y acaba de dejar Barcelona, a causa de la epidemia de gripe. Este inicio le permite inmediatamente hacer balance de su vida pasada y ponerse a escribir, desarrollando una verdadera obsesión: el paisaje ampurdanés, que se convierte en el verdadero reto narrativo, descriptivo y estilístico del joven aprendiz de escritor.
Constantemente angustiado, herido por la obsesión de la escritura, el joven estudiante necesita acabar sus estudios para conseguir una mínima estabilidad económica y afrontar las verdades de la realidad y de la vida. En el mes de enero de 1919 se instala otra vez en Barcelona y, lentamente, gracias a su furia lectora y a su entrada en el mundo del periodismo, va adquiriendo plena conciencia de su madurez como escritor.
Hacia el final del libro, el protagonista habrá terminado con éxito los estudios de abogado, entrará en el mundo del periodismo y será nombrado corresponsal en París, continuará escribiendo y conseguirá un estilo literario adecuado que, gracias a los consejos de su amigo Alexandre Plana, le permitirá empezar a escribir su diario, el diario que el lector ya tiene en las manos, El quadern gris.
El manuscrito de El cuaderno gris
Después de redactar el diario primigenio, Josep Pla volvió a trabajar en él varias veces a lo largo de su vida. Durante los años veinte, retocó algunos párrafos, incluyó nuevos fragmentos y suprimiendo otros, incorporó (recortándolos y pegándolos) artículos que publicaba en la prensa. Es probable que, a partir de los años cuarenta, cuando se instaló otra vez en el Empordà, Pla empezara una redacción completa del libro, que se iba ampliando considerablemente.
Durante los años cincuenta y sesenta, Pla ya pensaría en publicarlo, y por eso comenzó a estructurarlo como un libro de dos tomos (uno para el año 1918, otro para el 1919), trabajando con el cuaderno primigenio delante, dedicándose a eliminar algunas referencias a su vida íntima o bien otros aspectos de la vida cotidiana que rompían la imagen general que quería dar el protagonista del libro de sí mismo.
En la fase final de redacción, al principio de los años sesenta, Pla continuaría reelaborando y literaturizando su manuscrito, tachando obsesivamente los fragmentos que aprovechaba para la versión final, y con la novedad de que, además, decidió incluir otras narraciones, descripciones y retratos que ya habían sido publicados en otros de sus libros.
El cuaderno gris primigenio
El diario primigenio de los años 1918 y 1919 se dio a conocer públicamente por primera vez el año 1997, durante la celebración del centenario del nacimiento de Josep Pla. Este manuscrito es una pieza única de la bibliografía catalana contemporánea, y su estudio y comparación con la versión publicada en forma de libro en el año 1966, aporta nuevas claves interpretativas que ayudan a entender mejor cómo trabajaba Pla sus manuscritos.
El manuscrito original de El quadern gris es, efectivamente, un diario, sin título, que ocupa un cuaderno entero de cien páginas, de tapas grises, y que tiene una pequeña continuación en un cuaderno parecido de tapas rojas. El cuaderno está escrito indistintamente con lápiz o pluma, con una caligrafía ligeramente redondeada y con un destacable espacio entre líneas, que contrasta con la caligrafía puntiaguda y densa (que ocupa todo el espacio de cada cuartilla) de la versión publicada en forma de libro en el año 1966.